500 PESOS Y UN PICA-POLLO


Por Juan T H
Hace años el cantautor Joan Manuel Serrat fue invitado a una actividad artística pro-recaudación de fondos para la cena de navidad de los pobres, a lo que se negó diciendo que los “pobres deben cenar todas las noches, no una vez al año”, y que el Estado –el Presidente en nuestro caso- es el responsable de que los pobres desayunen, almuercen y cenen durante toda sus vidas.
Muchos le vendieron sus conciencias al gobierno por 500 pesos y un Pica-pollo sin pensar en las consecuencias, en lo que será el porvenir suyo y de sus hijos.
Por 500 pesos y un Pica-Pollo participaron en las caravanas móviles de jeepetas sin placas conducidas por choferes de instituciones públicas, full de combustibles, organizadas por el hombre del tiburón podrido y los principios al zafacón.
Otros, los más afortunados, los más vivos, los más oportunistas, a los que no les importa quién gane o quien pierda porque creen que no es su problema, exigían mil, dos mil y hasta cuatro mil al ver como algunos tránsfugas recibían yeepetas y millones de pesos para ser cómplices del fraude que se montó.
(La compra de cédulas fue masiva en todo el país, igual que las boletas marcadas previamente en los tres niveles, presidencial, congresual y municipal a favor del oficialismo; actas descuadradas, abultamiento del conteo en favor del Partido Revolucionario Dominicano, que de no ser por esa razón habría obtenido menos de un dos por ciento; manipulación fraudulenta de los escáneres siempre para el PLD y sus aliados; Ministros, viceministros, fiscales, jueces, embajadores y cónsules con las alforjas repletas de dinero para comprar opositores; todo eso, y más, con la complicidad de generales, coroneles y demás oficiales superiores de la policía y el ejército, majo el mando de la Junta Central Electoral que para coronal la desfachatez le asigno a Félix Bautista 150 mil votos, aunque luego dijera que fue por “error”. Pensé que la JCE contaba votos, no que los “asignaba”)
¡500 pesos y un Pica-Pollo! Eso cuesta la conciencia de un ciudadano pobre, marginado, triste y torpe. (Alrededor de seis millones, entre los que se cuentan más de un millón que “vive” por debajo del nivel de pobreza, muchos alfabetizados en Quisqueya aprende con Danilo y con Roberto)
¡500 pesos y un Pica-Pollo! ¡Qué horror!
¡La democracia de un país, la libertad de un pueblo miserable, pendejo y pobre, volando entre las alas de un pollo frito en grasa saturada y un poco de “papa cáncer”! ¡Oh no!
Las del 15 de mayo pasado fueron sin dudas, las más fraudulentas, las más ignominiosas, perversas, caricaturescas y rastreras de cuántas se hayan realizado a lo largo de la historia.
Sorprende –no sé por qué- la actitud asumida por empresarios, abogados, intelectuales orgánicos e inorgánicos, dirigentes sindicales, pastores y curas –proxenetas-, dueños de medios de comunicación y periodistas, que validen el proceso electoral y sus resultados como si formaran parte del mismo partido ético y moral que montó el fraude. ¿La semiótica del poder? ¿El Establishment?
¡500 pesos y un Pica-Pollo! ¡La simbología el fraude!
Los que tomaron los 500 pesos y el Pica-Pollo reeligieron el hambre, la miseria, la corrupción, los atracos, robos, violaciones sexuales, sicariato, crímenes, narcotráfico, desempleo, alto costo de la vida, intercambios de disparados, femenicidios, fraudes, mentiras y engaños.
Dicen que los pueblos tienen los gobiernos que merecen. Hasta hace días no lo creía, pero coño, venderse por 500 pesos y un Pica-Pollo, está fuerte, es como para darle la razón al que lo dijo. ¡Y echarse a llorar!

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